La minería argentina atraviesa una etapa de definiciones frente a una oportunidad histórica: la creciente demanda mundial de litio y cobre, minerales estratégicos para la transición energética. Con 19 minas operativas, cinco en construcción y un importante número de proyectos en exploración, el sector proyecta un aumento del 300% en exportaciones hacia 2035, aunque advierte sobre la necesidad de mejorar infraestructura, competitividad y capital humano especializado para sostener ese crecimiento.
La economista Natacha Izquierdo, directora de Operaciones de Abeceb, analizó la situación en el primer summit de minería organizado por LA NACION, donde sostuvo que la actividad “podría convertirse en un complejo tan relevante como el oil & gas o la agroindustria”.
Exportaciones en ascenso
En 2024, el país exportó US$4.600 millones en productos mineros, cifra que este año superaría los US$5.100 millones, un récord histórico que dejaría atrás el máximo alcanzado en 2012. De avanzar los proyectos previstos, las ventas externas podrían triplicarse en la próxima década, con el cobre aportando el 60% del total y el oro perdiendo peso relativo.
La oportunidad del litio y el cobre
Izquierdo destacó que la demanda global de litio se multiplicará por ocho en los próximos diez años, mientras que la de cobre crecerá 1,5 veces hacia 2035. “El 70% del cobre que se va a demandar en la próxima década todavía no se produce. En los últimos veinte años se descubrieron 13 minas en el mundo, de las cuales tres están en Argentina”, puntualizó.
En el caso del litio, Argentina ocupa hoy el cuarto lugar global en producción, dentro del denominado “triángulo del litio”, junto a Chile y Bolivia. Sin embargo, la especialista advirtió que la ventana de oportunidad no es infinita: “No es un recurso escaso, y el avance tecnológico podría cerrarla en el mediano plazo si no aceleramos los proyectos”.
Desafíos pendientes
Aunque la minería representa menos del 1% del PBI nacional, a nivel regional su peso es mucho mayor: en algunas provincias explica más del 30% de las exportaciones, el 20% del empleo formal y hasta el 10% del producto bruto geográfico.
Para consolidar su crecimiento, el sector señala varios desafíos: estabilidad macroeconómica, infraestructura vial y energética, formación de capital humano certificado y un ecosistema de proveedores competitivo a nivel internacional. En este sentido, la implementación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) aparece como un instrumento clave para equiparar condiciones con países vecinos como Chile y Perú.
“Hoy la minería argentina ya está en la agenda de las empresas globales, algo que no sucedía hace años. La clave es anticiparse y pensar en las necesidades técnicas y competitivas que requiere el sector”, concluyó Izquierdo.
Con información de La Nación.
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