
A partir de lo que dice el Foro Económico Mundial, el sector será fundamental para la transición energética, pero deberá aumentar considerablemente su producción.
El cobalto, el litio y el cobre son materiales que se utilizan en las baterías; las turbinas eólicas, los paneles solares y las plantas geotérmicas se fabrican en gran parte con acero, que depende de la extracción y el procesamiento del hierro; y la lista continúa. Se prevé un aumento de la demanda de 12,2 millones de toneladas de minerales de transición energética entre 2020 y 2040.
Por tal motivo, desde el Foro Económico Mundial (FEM) alertan que la clave es evitar un déficit de minerales críticos. “La dependencia de unas pocas regiones específicas para abastecer al mundo de estos productos conlleva un riesgo natural. Las cantidades de minerales y metales necesarios para la transición energética son finitas en cualquier lugar, y algunos productos son mucho más escasos que otros”, agrega.
La situación es lineal, la industria minera se enfrenta a un reto: cómo aumentar la extracción de materias primas críticas hasta los volúmenes históricos necesarios y evitar al mismo tiempo la sobreexplotación regional.
Por otra parte, para que las empresas mineras entren en la nueva era de la exploración de minerales y el aumento de la producción, deben estar equipadas con tecnología innovadora y mano de obra cualificada, y ambas cosas dependen de la inversión.
Y concluye el informe con una realidad a voces: “Dado que los proyectos mineros tardan una media de 10 a 15 años en desarrollarse, necesitamos realizar estos cambios».
Fuente: Más Energía





