
La administración del presidente Donald Trump anunció este jueves una ampliación de la lista de minerales críticos de Estados Unidos, incorporando al cobre y al carbón metalúrgico. Ambos materiales son considerados esenciales para la seguridad nacional y la competitividad económica del país, en un contexto de creciente rivalidad con China, principal proveedor y refinador mundial de minerales estratégicos.
Un paso para reforzar la autosuficiencia minera
La nueva lista, elaborada por el Departamento del Interior, orientará las decisiones de inversión federal, los permisos de explotación y la estrategia general del gobierno en materia de minería. El objetivo, según explicó la administración, es fortalecer la producción doméstica y reducir la dependencia de importaciones, garantizando el suministro de insumos clave para la defensa, la industria manufacturera y las tecnologías de energía limpia.
“Los minerales críticos sostienen industrias clave, impulsan la innovación tecnológica y respaldan la infraestructura esencial para una economía moderna”, señaló el Departamento del Interior en un comunicado.
Además de definir qué proyectos podrán acceder a incentivos fiscales y fondos federales de investigación, la designación busca orientar el capital privado hacia sectores considerados estratégicos y proteger al país de posibles interrupciones en el suministro global.
Cobre: pilar de la transición energética
El cobre, vital para la generación y transmisión eléctrica, la fabricación de vehículos eléctricos y la infraestructura digital, se consolida como uno de los metales más demandados en la transición hacia energías limpias.
Su inclusión en la lista representa una oportunidad para empresas como Freeport-McMoRan, el mayor productor estadounidense de cobre. La compañía podría beneficiarse con hasta US$500 millones anuales en créditos fiscales bajo la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de 2022.
La CEO de Freeport, Kathleen Quirk, celebró la medida, aunque advirtió que los yacimientos nacionales presentan leyes minerales más bajas que en otros países, lo que encarece la producción.
“No buscamos subsidios, pero si el gobierno quiere incentivar la producción doméstica, debe reconocer las condiciones geológicas locales”, declaró a Reuters.
Carbón metalúrgico: respaldo a los combustibles fósiles
El carbón metalúrgico, utilizado para fabricar coque en la industria del acero, también ingresó en la lista, reflejando el continuo apoyo de Trump a los combustibles fósiles.
En los últimos meses, varias minas estadounidenses han reducido operaciones debido a la caída de la demanda y a las restricciones comerciales impuestas por China, que aplicó un arancel del 15% a las importaciones de carbón desde EE. UU.
Para el presidente de la National Mining Association, Rich Nolan, la decisión es un paso en la dirección correcta:
“Seguiremos promoviendo la ampliación del listado para garantizar que Estados Unidos disponga de los recursos domésticos que necesita, cuando los necesite”.
Seguridad y estrategia económica
Con esta actualización, la Casa Blanca refuerza su estrategia de autosuficiencia en recursos críticos, un componente central de su política económica y de seguridad nacional. La medida busca no solo asegurar el suministro para industrias clave, sino también atraer inversiones y estimular la producción interna en un contexto global marcado por tensiones comerciales y competencia tecnológica.
La inclusión del cobre y el carbón metalúrgico confirma la apuesta del gobierno de Trump por revitalizar la minería nacional y asegurar la independencia de Estados Unidos frente a los vaivenes del mercado internacional.
Con información de Rumbo Minero.




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