Aunque el gobierno de Javier Milei reforzó su alineamiento con Estados Unidos, la presencia de China en Argentina sigue siendo clave en los planos económico y estratégico.
El gigante asiático, segunda economía del mundo según el Banco Mundial, tiene un rol central en la minería argentina. Su interés principal está puesto en el litio —recurso esencial para la transición energética— con fuertes inversiones en Salta, Jujuy y Catamarca. Empresas como Gangfeng Lithium, Tsingshan Mining Development y Zijin Mining Group suman más de 3.000 millones de dólares en proyectos activos en el norte del país.
China también es el principal proveedor de importaciones argentinas, especialmente de maquinaria e insumos industriales, consolidando una relación económica de “complementariedad estructural”, según explicó Jorge Malena, experto en Estudios sobre China de la UCA.
Sin embargo, la influencia china genera recelos en Washington. Estados Unidos mantiene su preocupación por la base espacial de Neuquén, operada por China y la CONAE, aunque especialistas aseguran que “no representa peligro militar alguno”. A esto se suma el fallido proyecto del puerto de Ushuaia impulsado por una empresa china, reemplazado por una futura “Base Naval Integrada” con apoyo estadounidense.
Mientras tanto, Pekín mantiene una postura de “paciencia estratégica”: perfil bajo en lo diplomático, pero fuerte presencia económica a través de acuerdos con gobiernos provinciales.
“Si Argentina pierde el mercado chino, perdería 7.000 millones de dólares”, advierten los especialistas. En un contexto global de disputa entre potencias, el país se encuentra —una vez más— en el centro del tablero.
Con información de MdZ.
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