Sídney, 16 de septiembre de 2025. La minera BHP, una de las mayores compañías del mundo, lanzó una advertencia al gobierno australiano: la empresa privilegiará sus inversiones en el extranjero si no se aplican reformas fiscales y regulatorias que devuelvan competitividad al país en la atracción de capital.
En su presentación al informe provisional de la Comisión de Productividad, la firma destacó que, a pesar de su enorme aporte económico, las condiciones actuales desincentivan la inversión local. Solo en el ejercicio fiscal 2025, BHP pagó 10.500 millones de dólares australianos en impuestos, regalías y otros aportes; destinó 6.200 millones de dólares australianos en salarios a 46.000 empleados y contratistas; y transfirió 20.300 millones de dólares australianos a proveedores. En la última década, sus contribuciones fiscales superaron los 103.000 millones de dólares australianos, con una tasa efectiva promedio del 45,3 %.
Riesgo de fuga de capital
La compañía señaló que Australia enfrenta un déficit de inversión alarmante: la inversión privada como porcentaje del PBI está por debajo de los niveles de hace 20 años, y la inversión empresarial es un 30 % menor de lo esperado, según datos de la OCDE.
BHP cuestionó la propuesta de la Comisión de Productividad de aplicar un impuesto del 5 % al flujo de caja neto, al considerar que encarecería aún más la operación de grandes compañías sin atraer nuevas inversiones. “No hay nada en esta propuesta que pueda provocar que una gran empresa invierta un solo dólar en Australia”, advirtió la minera.
El director ejecutivo, Mike Henry, fue contundente: “Somos una empresa australiana orgullosa y queremos invertir más aquí, pero la realidad es que el capital fluye globalmente. Nuestra cartera de proyectos locales sería menos competitiva, y eso significa que más capital se destinará al extranjero”.
Reformas propuestas
BHP pidió avanzar hacia un esquema impositivo más alineado con otros países comparables, donde los impuestos corporativos rondan el 25 % y el IVA se ubica entre el 15 % y el 20 %. Además, recomendó implementar una deducción permanente por inversión del 10 %, que incentive el gasto en activos de capital, y mantener revisiones periódicas sobre la competitividad fiscal a nivel global.
La compañía valoró, no obstante, que el gobierno australiano se comprometiera a no aplicar nuevos impuestos a la minería y a modernizar la Ley de Protección Ambiental y Conservación de la Biodiversidad, actualmente considerada “fragmentada y duplicada”.
Competitividad en riesgo
Henry también advirtió sobre el alto costo de la energía: “Australia tiene precios de electricidad dos o tres veces superiores a los de nuestros competidores, y hasta 100 % más altos que en Estados Unidos”.
“Estados Unidos y Canadá están atrayendo inversión masiva, incluso en minería. Si Australia no ajusta su marco fiscal y regulatorio, perderá la capacidad de competir por capital global”, concluyó el CEO.
Con información de Minería & Desarrollo.